22 mar 2010

Casas bioclimáticas y huerta sustentable

El uso de las fuentes de energías no tradicionales o convencionales, es lo que podemos nombrar energías renovables o alternativas. Estas últimas fuentes de energía son las que no se agotan, como es el caso de la energía que proviene del sol ó del viento, principalmente. Pero existen otras fuentes renovables de energía, no tan conocidas, como son la energía mareomotríz (la producida por la atracción gravitatoria de la luna) ó la energía geotérmica (que aprovecha el calor del interior de la tierra).
La energía renovable puede ser aprovechada, en el caso de familias rurales, con el objeto de hacer un uso más eficiente de dichas fuentes de energía, lo cual debe generar un impacto positivo en el entorno, y a su vez una menor dependencia de fuentes contaminantes que utilizan derivados del petróleo (centrales termoeléctricas) o que generan residuos radiactivos (centrales nucleares).
En tenerife, Islas Canarias (España), se acaba de inaugurar el primer poblado con viviendas bioclimáticas del mundo. Este tipo de viviendas deben su nombre, porque presentan un diseño arquitectónico que les permite un adecuado aprovechamiento de corrientes de aire, de la luz solar, entre otras peculiaridades y lo cual las hace ser diferentes con respecto a las viviendas tradicionales. Las viviendas bioclimáticas mantienen un mejor frescor en sus espacios interiores (a pesar de que están ubicadas cerca del mar), son también más luminosas y presentan un número mayor de parámetros que van a ser estudiados por los científicos en los próximos años.
Para más detalles:

El responsable de dichos estudios, es el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), y para más detalles:

Este tipo de proyecto tan ambicioso, en cuanto a la aplicabilidad de los resultados de cara al futuro, no estaría completo si no estuviese acompañado de una huerta sustentable. Estamos hablando de que en un espacio rural, debemos vincular a las personas con la naturaleza para alcanzar una forma de vida más saludable, es decir, la simbiosis de la arquitectura con la agricultura sustentable. Por ello, la huerta en el circunscrito de las viviendas bioclimáticas, debe orientarse al autoabastecimiento de verduras de alta calidad nutritiva, frescas, de mejor aroma y sabor, libres de agroquímicos que perjudiquen la salud humana y el medio ambiente.
Por tanto, vamos a esperar todavía unos años, a ver si cambiamos nuestra manera de vivir.

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